“Fuera del mundo, tú y yo”, dice una canción. Pero no hace falta viajar tan lejos, ni gastar mucho. A continuación te proponemos cinco escapadas románticas sin salir del país.
¡Ah, Chihuahua, cuánto amor!
Chihuahua es un Estado grande que tiene de todo y para todos: nieve, desierto, aventuras, historia, frontera… Para recorrerlo se necesitan muchas horas de carretera, lo cual no deja de resultar romántico, especialmente en las noches con un montón de estrellas. Y sin embargo nuestra sugerencia aquí es abordar el Chepe, el famoso tren turístico que conecta a la capital chihuahuense con el mar y que permite conversar largamente y sin prisas, o bien disfrutar del silencio compartido y el paisaje. Y por supuesto comer en el vagón que funciona como restaurante. Justo como se viajaba en los viejos tiempos. A lo largo de las diferentes paradas (el trayecto puede durar varios días si así se desea, y generalmente hay dónde hospedarse), se puede aprender mucho acerca de la sabiduría rarámuri, las misiones jesuitas, los campos menonitas, las Barrancas del Cobre y sobre todo acerca de tu acompañante. Si se animan a hacer este emotivo viaje en tren, les aseguramos que valdrá la pena.
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Veracruz, rinconcito donde hacen su nido…
¿Te imaginas poder dormir en la habitación en la que Agustín Lara se inspiró para componer su célebre tema “Veracruz”? El Gran Hotel Diligencias ofrece esta oportunidad en el puerto, con el mobiliario original y toda la cosa. El hotel se encuentra en plena Plaza de la Constitución de 1857, que todos conocen como el Zócalo, en donde por cierto se baila danzón todas las tardes del año. Pero claro que existen más opciones interesantes para hospedarse, ya que hay para todos los gustos y preferencias en momondo.
Imagínate comenzar el día desayunando juntos en el Gran Café La Parroquia, ubicado en el romántico malecón, para después dirigirte a San Juan de Ulúa (una antigua fortaleza) o La Antigua (la primera tierra que tocaron los españoles en América). Otra posibilidad es quedarse todo el día en los portales, ¿por qué no?, por ejemplo en el Bar Regis, viendo la vida pasar, sin preocuparse por otra cosa que no sea comer, refrescarse y darse besos con sabor al mejor café de México. Para comer también te recomendamos el restaurante Fussión que ofrece cocina mexicana contemporánea en el barrio de la Huaca. El puerto de Veracruz es ideal para las parejas que gozan del baile y la música, las playas sencillas, como Chachalacas, y la buena comida (¡el arroz a la tumbada!). Se trata, además, de un destino incluyente, amigable. Uno de los más encantadores lugares para viajar en México, te lo decimos de corazón.
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Colima: una pequeña gran sorpresa
Atardeceres anaranjados, café de altura y vegetación exuberante, ¿qué puede salir mal? Ya desde que vas aterrizando en la ciudad de Colima es fácil darte cuenta de que este es un destino especial, fuera de lo común. Perfecto para pasar un tiempo en pareja, lejos de la vida cotidiana. La capital es un lindo secreto que se deja descubrir a pie. El mar de Manzanillo y la sierra boscosa quedan lo suficientemente cerca como para ir y venir en un mismo día. Lo mismo Villa de Álvarez, Comala y Nogueras, pueblitos pintorescos a los que se llega con facilidad, incluso en taxi. Y todo el tiempo los apasionados volcanes (el Nevado y el Volcán del Fuego) como si de una escenografía cinematográfica se tratara.
Una cena a media luz en la terraza del Hotel Ceballos será una experiencia bastante agradable. Pero si lo que buscas es una estancia de lujo y más privada, el hotel que te aconsejamos es la muy exclusiva Hacienda de San Antonio, a pocos kilómetros del pueblito de Suchitlán, en la que también ofrecen desayunos exquisitos a quienes no están hospedados ahí, preparándolos con puros ingredientes que se obtienen en la hacienda.
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Escapadas románticas en Zacatecas
Cuando hablamos de lugares de México para visitar en pareja no podemos dejar de mencionar Zacatecas. Esta ciudad de atmósfera típicamente colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1993, no decepciona a ninguna pareja en busca de experiencias poéticas, íntimas y sabrosas. Para alojamiento, a muchos les parece cómodo el Hotel Emporio por céntrico y eficiente. En Zacatecas las noches son frías, y entonces se antoja quedarse en la cama hasta muy tarde para luego salir a explorar los callejones y plazas de hermosa arquitectura o recorrer con calma los museos y la emocionante Mina del Edén, que abre todos los días.
Los más ricos desayunos los sirven en la tradicional cafetería Acrópolis, para después tener una experiencia de altura y admirar la ciudad desde lo alto del Cerro de la Bufa. Y para el plan nocturno no hay que olvidarse de las cantinas El Retiro y Las Quince Letras. ¡Tanto que ver!, y entre dos es más fácil.
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Ciudad de palacios y amor
¿La Ciudad de México como destino romántico? Claro que sí. Es muy fácil convencerse: un paseo por la calle de Francisco Sosa, en Coyoacán, o una visita al Audiorama del Bosque de Chapultepec, entre mil otros ejemplos, algunos en trajinera (Xochimilco) y otros en bicicleta. También aconsejamos comer en las cantinas centenarias o reservar una cena muy especial para dos en los muchos restaurantes excelentes, como Pujol (cocina mexicana con productos locales).
El Centro Histórico, por su parte, es elegante, inspirador y bellísimo, y caminarlo de la mano es una experiencia que toda pareja debe probar. Lugares para viajar en México hay muchos, pero la capital se distingue por su tolerancia y apertura. Si aún no te convence, checa estas cuatro razones para visitar la Ciudad de México. Querrás volver, volver, volver…
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Artículo escrito por Jorge Pedro Uribe Llamas.
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