Escocia tiene una larga tradición en el arte de la destilación y el whisky forma parte de la identidad del país, que alberga unas 125 destilerías repartidas por cinco regiones.
Si aún no te has iniciado en el mundo del whisky, busca un vuelo barato a Glasgow y deja volar tus sentidos durante una ruta del whisky por Escocia. Aunque las zonas urbanas están bien comunicadas, esta ruta te llevará también a algunos rincones remotos, así que alquila un coche, conoce el proceso de fabricación del whisky y visita los alrededores de las destilerías. También hemos creado una lista de reproducción con canciones escocesas para animar el viaje.
Tierras Bajas
Las Tierras Bajas es la zona más accesible del país. Sus verdes campos, su clima moderado y su terreno llano son los elementos perfectos para el cultivo de malta y los whiskys de esta zona tienen cierto sabor a cítricos. Esto explica el apodo de cariño que reciben estos whiskys, The Lowland Ladies.
A 14 kilómetros al noroeste de Glasgow encontrarás la destilería de Auchentoshan, la única en Escocia que realiza un proceso triple de destilación. El whisky pasa por tres alambiques antes de meterlo en barriles de roble; esta técnica añade suavidad, dulzor y delicadeza al whisky de malta de Auchentoshan, conocido popularmente como «whisky del desayuno».
A unos 30 minutos en coche al noreste de Edimburgo puedes disfrutar de una experiencia completa sobre el whisky, ya que Scotch Whisky Experience ofrece visitas de varios tipos, desde visitas guiadas para familias curiosas, pasando por clases avanzadas para los entendidos del whisky. Durante la visita a Edimburgo no te vayas sin visitar el castillo o subir a pie al Arthur’s Seat.
La destilería de Glenkinchie se ubica en un terreno de cultivo en East Lothian, a solo 25 kilómetros de Edimburgo y está especializada en whiskys ligeros y dulces, con aromas de limón y hierba fresca. Esta destilería abrió sus puertas en 1825 y se volvió a construir a finales del siglo XIX como una destilería victoriana, con edificios de ladrillo rojo, casas para los trabajadores y una zona de césped para jugar a los bolos.
Campbeltown
Ponte en marcha y dirígete hacia la península de Kintyre. Te esperan tres horas de coche desde Glasgow por una carretera que te llevará a uno de los lugares más bellos de Escocia, el lago Lomond y el Parque Nacional de los Trossachs.
Campbeltown, en la zona sur de Kintyre, se autoproclamó «capital mundial del whisky» y cuenta con tres destilerías en funcionamiento. Quizá pienses que no es suficiente para considerarla una región del whisky, pero las características particulares de los whiskys aquí fabricados tienen muchos seguidores.
La destilería de Springbank es la destilería independiente de propiedad familiar más antigua de Escocia y fabrica tres tipos de whisky. Hay siete visitas guiadas disponibles sobre el proceso de fabricación, la historia de la destilería y de la región. Si eres un amante del whisky puedes reservar una visita guiada con Frank McHardy, un experto del tema con quien aprenderás sobre la historia de la zona y el proceso de elaboración del whisky.
Las destilerías de Glengyle y Springbank tienen una historia en común. Tras una disputa, uno de los hermanos dueños de Springback decidió montar su propia destilería, y así fue como creó Glengyle en 1872. En la actualidad esta destilería fabrica un tipo muy peculiar de whisky de malta llamado Kilkerran, llamado así por un santo de nombre Kerran con muchos seguidores religiosos en esta zona.
Una de las destilerías más pequeñas del país es Glen Scotia, que aún conserva las mismas instalaciones que en 1832, como los fermentadores, la sala de los alambiques y el almacén de embalaje. En la tienda de la destilería, de estilo victoriano, puedes comprar alguna botella de recuerdo.
También puedes vivistar la zona en el mes de mayo durante el festival Campbeltown Malts. Las tres destilerías trabajan juntas durante tres días para ofrecer catas, cenas y clases magistrales, además de música en directo y visitas guiadas.
Islay
Ponte de nuevo al volante y conduce por la costa oeste de Kintyre. Coge el ferri en Kennacraig y en dos horas llegarás a Port Ellen, en Islay.
Islay cuenta con una población de 3000 habitantes y ocho destilerías. Se cree que los monjes irlandeses trajeron a Islay las técnicas de destilación en el siglo XIV. Gracias a la mezcla de turba disponible en grandes cantidades en esta zona y el terreno fértil para cultivar malta, Islay se ha convertido en el lugar perfecto para elaborar whiskies de sabor intenso y ahumado.
Las destilerías de Lagavulin y Laphroaig fabrican whiskies intensos usando cebada ahumada de turba y agua turbosa durante el proceso de elaboración. Lagavulin se ubica en una tranquila bahía y fabrica algunos de los mejores whiskies de Escocia con los sabores característicos de Islay: afrutados y ahumados con un toque de agua salada.
A pocos metros de allí se encuentra Laphroaig, donde se produce uno de los whiskies de sabor más ahumado de la isla desde hace dos siglos. Tiene whiskies de distinta maduración que va desde los 10 años a algunos con más de 25 años. Entre marzo y septiembre puedes disfrutar de la Water to Whisky Experience, donde puedes unirte al personal y recoger turba, además de visitar el manantial del agua de la destilería.
Speyside (Tierras Altas)
Descansa bien por la noche, porque la próxima visita incluye el trayecto más largo de carretera de la ruta (380 kilómetros). Desde Campbeltown conduce hacie al norte atravesando la región de Argyll. Para en Oban a comer un buen pescado y haz un pequeño desvío cuando llegues a Fort William para ver al viaducto de Glenfinnan, donde se han rodado escenas de las películas de Harry Potter.
Siguiendo la ruta en dirección noroeste atravesarás el Parque Nacional de Cairngorms y llegarás a Speyside, que alberga la mitad de todas las destilerías de Escocia. Speyside pertenece a las Tierras Altas y solo se considera región cuando hablamos de whisky. Es la única región de whisky que ofrece una ruta guiada del whisky que recorre las siete destilerías más famosas durante tres días. Si te parece un poco demasidado, puedes dedicar un día o dos a visitar algunas por tu cuenta. Entre cata y cata aprovecha para pescar salmones en el río Spey.
En la pequeña ciudad de Dufftown se encuentra Glenfiddich, donde se fabrica el whisky escocés de malta más reconocido. Durante una visita guiada podrás ver el almacén 1, donde aprenderás que el ‘Angel’s Share’ es la cantidad de whisky que se evapora en los barriles de roble.
Keith alberga una de las destilerías más antiguas del país, llamada Strathisla, donde se fabrica el Chivas Regal. Su patio adoquinado y las peculiares torres cuya parte superior recuerda a las pagodas, hacen de esta destilería la más pintoresca de Escocia. Apúntate a The Ultimate Strathisla Experience y prueba algunos de sus whiskies más raros, como el Royal Salute Stone of Destiny, de 38 añazos.
Tierras Altas
Las Tierras Altas, geográficamente hablando, es la región de whisky de mayor extensión. Va desde las islas Orkney (oficialmente no forman parte de las Tierras Altas, aunque se incluyen al hablar de whisky) en el norte a las islas de Arán en el sur. La variedad de whiskies que ofrece es enorme y puedes encontrarlos con toques de turba, ahumados y algunos suaves.
A una hora y media en coche de Speyside se encuentra Inverness, ubicada a orillas del río Ness. Es una ciudad de buenos restaurantes e increíbles paisajes. Muchos viajeros vienen a Inverness con la esperanza de ver a Nessie, el famoso monstruo del lago.
Continúa en dirección norte por la costa este de las Tierras Altas del norte y coge un ferri en Gills para ir a las islas Orkney (60 minutos de trayecto). Si sigues conduciendo en dirección norte pronto llegarás a la destilería Highland Park. A poca distancia de allí se ubica la Reserva Natural de Hobbister, que alberga turba con más de 4000 años que aún se utiliza en la fabricación del whisky. Para entender cómo funciona todo el proceso de fabricación apúntate a la visita Specialist Tour; pasarás un día entero en la destilería trabajando la cebada, encendiendo los hornos y encargándote de la turba. Algunos viajeros pasan varios días recoriendo este archipiélago de 70 islas repletas de naturaleza, playas de arena y con una historia fascinante.
Poco a poco irás poniendo rumbo al sur de nuevo en dirección al Parque Nacional de Cairngorns. En el lado este, cerca del castillo de Balmoral, verás la destilería real Lochnagar , que solía recibir frecuentes visitas de la reina Victoria y el príncipe Alberto. No cuesta imaginar por qué les gustaba tanto el lugar, ya que las montañas Lochnagar están justo detrás de la destilería y el río Dee se ubica muy cerca. Es el sitio perfecto para una escapada de descanso y alguna que otra cata de whisky.
Durante el trayecto final de la ruta haz una última parada de camino a Glasgow y visita la destilería más antigua de Escocia, Glenturret a orillas de Barvick Burn. Esta es la destilería más visitada de Escocia y aquí, entre otras cosas, puedes hacerte una foto con la botella de whisky más grande del mundo, que contiene 228 litros de The Famous Grouse.