Echa a andar tu motor que estás a punto de emprender un viaje de Viena a Praga, con paradas en Budapest y Cracovia, además de un panorámico recorrido por las Montañas Tatra en Eslovaquia. Sigue los pasos de los compositores Mozart y Beethoven en Viena, relájate en los baños termales de Budapest y revive el pasado ante los majestuosos panoramas de Eslovaquia, Polonia y la República Checa. A lo largo del camino podrás descubrir el patrimonio cultural de Eslovaquia, perderte por los encantadores callejones de Cracovia y terminar en Praga, una de las ciudades mejor conservadas de toda Europa.
Día 1 – Viena, Austria
En épocas pasadas esta ciudad fue el corazón del Imperio Austrohúngaro y también el centro político de la región, un lugar muy acertado para iniciar un recorrido por Europa Central. Comienza como los vieneses: con una fuerte taza de café, como un Melange o un Einspänner, en uno de los cafés clásicos de la ciudad como el Hawelka o el Sperl.
Después dirígete al Palacio Belvedere, donde el famoso ‘Beso’ de Klimt resplandece con sus motes de oro colgando de una de las paredes de las doradas habitaciones. Después visita el centro de la ciudad y contempla la Catedral de San Esteban, la Ópera Estatal de Viena y la calle Ringstrasse, un amplio boulevard que rodea todo el casco antiguo. Hasta podrías escuchar un concierto de música clásica, después de todo esta ciudad fue el territorio de Mozart y Beethoven.
Hotel Recomendado: Hotel Rathaus Wein & Design
Día 2 – Bratislava, Eslovaquia
Deja la mañana para hacer el viaje hacia Bratislava por la autopista, que con cierto desapego sigue el Danubio hacia Eslovaquia. Desvíate un poco para visitar las ruinas del Castillo Devin, anclado en las alturas de un peñasco justo sobre la frontera austro-eslovaca.
Bratislava es compacta, apretada en un laberinto de calles adoquinadas agraciadas por cafés y tiendas de diseño, vigilada a su vez por un castillo enjalbegado y sus torrecillas de terracota. Si quieres algo diferente justo afuera del casco antiguo se encuentra la Iglesia Azul, con su estilo art nouveau parece estar hecha de mazapán.
Hotel recomendado: Hotel Arcadia Bratislava
Día 3 – Budapest, Hungría
Puedes ir hacia Budapest por una panorámica ruta que pasa por Esztergom, una ciudad histórica conocida por su catedral abovedada y después continuar a lo largo de la Curva del Danubio pasando por un valle adornado por colinas, pueblos históricos e incluso castillos.
Un par de horas después estarás en Budapest, la capital de Hungría. Pronto te darás cuenta que la ciudad está dividida a la mitad por el Danubio, separando lo que fueron dos ciudades: Buda y Pest. No te arrepentirás de comenzar por el lado de Buda, comienza por el Palacio Real en la Colina del Castillo, después pasa hacia el Bastión del Pescador, una construcción neogótica con vistas apantallantes sobre la ciudad. Atraviesa el Danubio por el Puente de las Cadenas para llegar hacia Pest. Si tienes energía visita la Basílica de San Esteban o el Edificio del Parlamento Húngaro. Al caer la noche visita uno de los famosos bares de Budapest, por ejemplo el Szimpla Kert.
Hotel recomendado: St George Residence All Suite Hotel DeLuxe
Día 4 – Eger, Hungría
Levántate temprano y comienza el día en uno de los baños termales de la ciudad, por ejemplo en los Baños Széchényi en el parque de la ciudad o viaja al pasado en los Baños Király, el baño turco más antiguo de la ciudad construido hace 450 años. Almuerza en Szimply en Pest o en Déryné si estás en Buda, antes de conducir hacia el siguiente punto de tu itinerario por Europa Central: Eger.
El Castillo Eger del siglo XVI es un buen punto de partida, famoso por resistir el asedio otomano. Sin embargo, unas cuantas décadas después los otomanos regresaron y lograron capturar el castillo después de todo. Hoy en día encontrarás reliquias turcas, como el minarete de 40 metros de altura y los baños turcos, ambos vestigios de la ocupación. Deja tu coche detrás y dirígete a pie (o bien toma un taxi) hacia las cuevas de vino en el El Valle de las Mujeres Hermosas y prueba el famoso vino tinto de Eger, conocido como Sangre de Toro.
Hotel recomendado: Hotel Senator-Ház
Día 5 – Košice, Eslovaquia
Antes de despedirte de Eger toma el café y el desayuno en Depresso en la Plaza Dobó, visita la Basílica de estilo neoclásico y el histórico Lyceum con su biblioteca barroca revestida de madera. Después del almuerzo echa a andar la máquina y maneja a través de las villas húngaras salpicadas por las torres de sus iglesias. En dos horas estarás en Košice, Eslovaquia.
Košice es la segunda ciudad más grande de Eslovaquia, pero con su personalidad bien podría juzgarse más bella que Bratislava. La ciudad se congrega alrededor de la calle central Hlavná ulica, que rompe en un paseo forrado de cafés y boutiques. Contiene los monumentos más conocidos de la ciudad, como la gótica Catedral de Santa Elizabeth y sus coloridas tejas que la asemejan a un pan de jengibre. En el Hotel Slavia de estilo art nouveau podrás tomar un cóctel (o dos), prueba los dumplings eslovacos en Republika Východu. Si quieres alejarte del centro considera Tabačka, un centro cultural alternativo establecido en lo que fue (en el siglo XIX) una fábrica de cigarros.
Hotel recomendado: City Residence Apartment Hotel
Díay 6 – Spišské Podhradie, Eslovaquia
Spišské Podhradie a sólo una hora de Košice, yace aletargado entre dos Patrimonios de la Humanidad UNESCO.
Sobre el pueblo se encuentran las ruinas del Castillo Spiš, encaramadas sobre una cresta rocosa. Es uno de los castillos más grandes de Europa Central y definitivamente uno de los puntos más fotografiados del país. Bajo la sombra del Castillo Spiš, en las afueras del pueblo, se encuentra Spišská Kapitula, un complejo católico del siglo XIII que lleva el apodo ‘el Vaticano de Eslovaquia’. Incluye la Catedral de San Martín que se eleva sobre el pueblo con sus agujas dobles, un antiguo monasterio y una calle con numerosas construcciones góticas.
Spišské Podhradie con sus casas de tonos pastel y techos de terracota también merece ser explorado. Aunque no hay muchos restaurantes o cafés, U kastelána sirve una sólida merienda local.
Hotel recomendado: Parkhotel Centrum
Día 7-8 – Cracovia, Polonia
Hoy correrá el día mientras manejas a través de las Montañas Tatra, la cordillera más alta de los Cárpatos, en tu camino hacia Polonia. Puedes detenerte en las Minas de Sal Wieliczka, un laberinto de túneles tallados en bloques de sal, en las afueras de Cracovia.
Unas tres horas después llegarás a Cracovia y es probable que quieras llevártelo con calma. Deambula por el casco antiguo, pasea por los arcos del Rynek Główny, la plaza mercantil más antigua de Europa, donde encontrarás restaurantes y bares de sobra. También puedes dirigirte al Barrio Judío en Kazimierz, ahora convertido en una de las áreas más vibrantes de la ciudad.
Es bueno dejar un día entero en Cracovia para poder abarcar un poco más de la ciudad. No dejes de visitar el Castillo Wawel con sus torretas de verde cobrizo o la sinagoga en el distrito de Kazimierz, un emotivo recordatorio de la herencia judía en Cracovia antes del Holocausto.
Aunque Cracovia tiene muchos sitios por tachar en la lista, la mejor manera de conocerla es simplemente pasear por sus calles tranquilas alejadas de las multitudes, sentarse en cafés y observar el mundo girar.
Hotel Recomendado: Wentzl Hotel
Día 9 – Olomouc, República Checa
Si quieres dividir el recorrido de tres horas que separa Cracovia de Olomouc, puedes detenerte en Katowice una ciudad del lado de Polonia. Al cruzar hacia la República Checa los bosques abren paso a las planicies de labranza de la Región Moravia. Esta es la región más oriental de la República Checa, conocida por sus colinas onduladas y sus agradables viñedos.
Olomouc es una de las ciudades más bonitas de este país. Está ceñida por los muros de un castillo y cuenta con numerosas calles adoquinadas, plazas abiertas y monumentos barrocos. Asegúrate de pasar por el edificio del ayuntamiento justo a la hora en punto, para observar el reloj astronómico comunista con sus títeres ataviados como trabajadores proletarios en plena labor. Si tienes ganas de probar la cocina Moravia el Restaurant Moravska en Horní náměstí es una buena opción.
Hotel recomendado: NH Collection Olomouc Congress
Día 10 – Brno, República Checa
Brno se encuentra a sólo una hora de distancia, así que puedes pasar la mañana explorando las calles y la cultura del café en Olomouc. Aparécete por Miss Sophie’s Cafe para almorzar o tomar un café antes de decirle adiós a la ciudad.
Brno es la segunda ciudad más grande de este país. A primera vista puede parecer somnolienta, pero sus calles barrocas y torres medievales le dan un aire romántico. Anda hacia el Castillo Špilberk, explora el osario debajo de la Iglesia de San Jaime o el laberinto debajo del Mercado del Col. Si quieres degustar el ajenjo checo no dudes en visitar el bar subterráneo de ajenjo Naproti, donde este mítico destilado es servido desde fuentes de ajenjo y en la cristalería correspondiente.
Hotel recomendado: Grandhotel Brno
Día 11-12 – Praga, República Checa
Tu destino final en el itinerario por Europa Central es Praga y se encuentra a tres horas en auto. Un desvío hacia Telč te llevará por caminos campiranos adornados por campos y a través de poblados checos.
Sin embargo Praga, con sus antiguos y majestuosos edificios que rodean la Plaza Wenceslas y su famoso Reloj Astronómico, es el plato fuerte. Sube a una de las torres de la puertas del Puente Charles para disfrutar de vistas sobre el Río Vltava y el Castillo de Praga. Si hace buen tiempo puedes tomar el tram 17 hacia el Parque Letná y pasear por su beer garden. Otra opción es degustar cócteles en el Hotel Augustine, están preparados con hierbas que provienen del jardín herbal del monasterio y se sirven acompañados de agua bendita.
Praga está repleta de visitantes, si quieres un poco de tiempo a solas comienza el día 12 tan temprano como te sea posible. Dirígete hacia la Isla Kampa, única por su pared cubierta de graffiti conocida como el Muro John Lennon y las casas que datan del siglo XVII que cuelgan sobre el Canal Čertovka. También puedes andar por las onduladas calles hacia el Castillo de Praga y subir hacia la Colina Petřín, desde ahí la vista de la ciudad es inigualable.
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Hotel recomendado: Augustine a Luxury Collection Hotel Prague
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¡Último tip! Si quieres explorar Europa Central a un paso más sosegado puedes dejar Bratislava o Brno de lado y añadir algunos días a Budapest, Praga o Viena. Puedes extender la ruta, yendo al sur hacia Český Krumlov y volver después a Viena.
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