Enseguida te damos algunas razones por las que debes de visitar la bella ciudad de Puebla. ¡Sea lo que te guste, hay una razón para todas las preferencias!
La belleza de su Centro
Visitar Puebla es limpiar la mirada. Su Centro es uno de los mejor cuidados de todo el país, y queda a sólo dos horas de la Ciudad de México. Te proponemos buscar los vuelos más baratos a la capital y animarte a conocer la belleza colonial, bien preservada, de las viejas calles poblanas, que no se borra tan fácilmente de la memoria. Por si fuera poco, se trata de una zona segura y ordenada, y repleta de un patrimonio cultural que se goza un montón.
La elegante arquitectura
No hace falta ser un experto ni dedicarse a la historia del arte. Cualquiera puede apreciar la elegancia de la arquitectura del Centro de Puebla, ya sea por su sencillez o a causa de la notable sofisticación barroca en prácticamente cada cuadra. Mientras que la famosa Capilla del Rosario es un ejemplo excelso del ingenio novohispano, el Museo Internacional del Barroco, recientemente diseñado por el arquitecto Toyo Ito y a unos 15 minutos de la Catedral, es capaz de deslumbrar a cualquiera, además de que tiene un buen restaurante.
La deliciosa comida
De Puebla son el chile en nogada y, desde luego, el infalible mole poblano. Pero hay mucho más que probar: chalupas en San Francisco, cemitas de los mercados, tacos árabes por todos lados, los platillos exquisitos del refinado El Mural de los Poblanos, los desayunos en Profética… ¡Y los dulces frente a Santa Clara! Aparte de un sinfín de fondas y cafeterías que cotidianamente ofrecen molotes y demás maravillas que ya de plano no enlistamos para no antojarte de más. ¡Tienes que comer en Puebla cuanto antes!, te lo decimos de cuates. De cuates glotones que saben que un viaje no es un viaje sin una comida inolvidable.
El Amparo, por supuesto…
Lugares para visitar en Puebla hay cientos. Todo el Centro es un museo, sin exagerar. ¡Y ni hablemos de las muchas iglesias, sobre todo la magnífica Catedral! Pero si tuviéramos que escoger nada más un museo, éste sería el Amparo, por su grande colección de piezas prehispánicas y virreinales, exposiciones de arte actual, eficiente arquitectura, linda cafetería en la terraza… Te aconsejamos dedicarle dos o tres horas a este lugar, al que de seguro querrás volver ¡y volverás!
Las opciones de hospedaje
Los hoteles en Puebla suelen ser cómodos, aun los modestos. Puedes buscar en momondo el que más se acomode a tus preferencias, pero a nosotros nos gustan el Colonial, por su ubicación, y La Purificadora, audaz y esmerado. Sin embargo nuestro preferido es El Sueño Hotel & Spa, en pleno Centro y en el cual se han hospedado desde los escritores Elena Poniatowska y Carlos Monsiváis hasta actores de cine y televisión. Lo más padre es que no es un hotel carísimo. Sirven buena comida, y las habitaciones son bonitas y silenciosas. Garantizamos un sueño agradable.
Los interesantes alrededores
Bien cerquita puedes visitar el pueblo de Tonantzintla, con una iglesia única en México, y la pirámide de Cholula, la cual cuenta con el basamento más grande del mundo (¡y no es tan cansado subirla!), así como Chipilo, de exquisitos lácteos, y Atlixco, a únicamente 25 kilómetros de distancia. Muchos autobuses pueden llevarte, y no es necesario que te gastes una fortuna. Incluso puedes ir y volver a todos estos sitios en un mismo día. Ojo: no dejes de aprovechar el Tren Turístico Puebla-Cholula, barato, veloz y confortable.
¡Las muchas novedades!
No todo en Puebla es talavera y retablos barrocos. También está, digamos, La Estrella de Puebla, que todavía huele a nuevo, en la moderna Angelópolis, zona bastante frecuentada por su enorme centro comercial. Esta altísima rueda de 80 metros abre a diario y te permite una vista formidable hacia la ciudad entera y los volcanes. Igualmente está el nuevo Parque Paseo de los Gigantes, que vale la pena conocer.
Da la impresión de que esta ciudad se está renovando todo el tiempo, atrayendo a todo tipo de visitantes: los que buscan (y encuentran) antigüedades los domingos en Los Sapos, aquellos que se admiran de los murales de la Casa del Deán, los interesados en la historia ferrocarrilera del país, las familias que aprenden y disfrutan en los Fuertes, incluso esos que deambulan barrios poco explorados como El Alto y Xanenetla en busca de sorpresas. ¡Hay tanto! Incluyendo una divertida vida nocturna… Puebla no se conoce en un fin de semana; tampoco alcanza una vida… Pero por algo se empieza. ¿Y si empezamos hoy mismo?
Artículo escrito por Jorge Pedro Uribe Llamas.
Si quieres más ideas para tus viajes, checa nuestra página de Inspiración y déjate guiar a tu próximo destino.