El sol aún se está quitando las lagañas cuando las olas ya empiezan a llamar a los amantes del surf. Levántate temprano si quieres disfrutar de las olas más espectaculares en alguno de los mejores lugares para surfear que hemos seleccionado tanto para principiantes como para surfistas expertos.
Galicia, un paraíso por descubrir
Tras colinas y campos labrados por agricultores de pueblecitos rurales encontrarás las playas de Galicia. Aquí no se trata de localizar un punto concreto en un mapa, sino de coger la tabla y poner rumbo a donde las olas te llamen. No es un destino masificado y sus playas casi desiertas son un tesoro que los gallegos tienen bien guardado. Surca las mejores olas rodeado de gigantescos acantilados en los que chocan con fuerza las aguas del Atlántico. Después de pasar toda la mañana haciendo surf te mereces una buena comida de marisco fresco viendo el atardecer. Lo mejor será el magnífico paisaje del que podrás disfrutar tú solo sin turistas alrededor.
Surfeando en el océano Índico en Sri Lanka
Al sur de la India y bañado por el océano Índico se encuentra Sri Lanka, un lugar espectacular para surfear. La costa sur alberga las mejores playas, como las de Kamburugamuwa y Gurubebila o la bonita bahía de Weligama. Los dioses del surf parecen haber creado un lugar con las condiciones perfectas para practicar surf en Sri Lanka, un sitio de clima seco de abril a octubre con olas que alcanzan los dos metros y un oleaje constante de aguas turquesas. Si ya controlas el arte de la pesca con zancos tradicional de Sri Lanka seguro que tienes algo que aportar a una parrillada con buena compañía.
Prefectura de Chiba (Japón), un destino sorprendente para surfistas
A los surfistas con más pericia les esperan olas complicadas y fuertes rompientes en la costa de la prefectura de Chiba. Esta zona se ubica a unas dos horas en coche de Tokio y en ella destacan las plantaciones de fresas y flores, además de buenas playas y un ambiente rural y relajado.
Los locales esperan desde agosto hasta octubre a que lleguen las olas con la temporada de tifones y acuden en masa a la playa los fines de semana para ver a los surfistas. Si te gusta practicar surf temprano los únicos en verte surfear serán los cormoranes que habitan en los acantilados cercanos.
Después de una buena sesión de surf prueba la especialidad gastronómica veraniega llamada Nagashi Somen, fideos fríos que flotan en una caña de bambú llena de agua. Si te gustan las parrilladas y los fuegos artificiales visita la playa de Chikura.
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Las playas de San Onofre (California)
Cuando los Beach Boys escribieron Surfin’ U.S.A. lo hicieron pensando en San Onofre. Cualquiera de las tres zonas de playa (Trestles, Old Man’s, Trail) tiene olas increíbles para surfistas de distintos niveles. Si no te importa estar cerca de una central nuclear, únete a los surfistas de California que practican maniobras aéreas.
Verás una mezcla heterogénea de surfistas principiantes y expertos en el agua, en la playa y en los estacionamientos comiendo algo. Si quieres compartir olas con el menor número posible de surfistas y alguna que otra foca ve al amanecer antes de que llegue la gente. Después toma el tren Pacific Surfliner a Encinitas con la tabla en una mano y un taco de pescado en la otra; la combinación perfecta para el verano.
Nuquí (Colombia), un paraíso para los surfistas
Las playas desiertas perfectas para surfear existen. Para visitar Nuquí tienes que conocer bien la zona o te tiene que gustar mucho aventurarte en la selva. Se puede llegar o bien en avión desde Medellín o en barco desde Guachalito, cuyo trayecto dura unos treinta minutos.
Haz buenos tubos en la playa de Pico del Loro con la sombra de sus impresionantes formaciones rocosas reflejadas en el agua, disfruta de las olas más complicadas en Cabo Corriente o explora sus acantilados con palmeras.
Cuando te canses de surfear haz un poco de surf de remo (SUP, por sus siglas en inglés). Es un plan genial para realizar desde julio a octubre para ver ballenas de cerca.
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Biarritz (Francia), la meca europea del surf
Biarritz es una ciudad de contrastes donde la arquitectura del siglo XIX convive con los complejos hoteleros de la costa y bares y antros para jóvenes modernos. Antes de ir a la playa pásate por el Rocher de la Vierge («roca de la Virgen») para pedir que las olas sean buenas y haz una parada en el mercado para probar las ostras.
La ciudad francesa es conocida como el lugar de origen del surf en Europa, descubierto en la década de los cincuenta por los pioneros surfistas Tontons Surfeurs («los tíos surfistas»), que decidieron subirse a una tabla después de ver un programa de televisión estadounidense. El suroeste de Francia tiene un clima excelente y una ubicación perfecta a orillas del Atlántico, así que no sorprende que siga siendo uno de los destinos con mejor ambiente surfero.
Hay infinidad de playas donde practicar surf a distintos niveles tanto en Biarritz como en otras zonas del País Vasco francés de abril a octubre. San Sebastián está a tan solo una hora y es una excelente opción para hacer surf (y para irte de tapas después).
Taghazout (Marruecos), porque el verano es largo
Marruecos cumple todos los requisitos de unas vacaciones perfectas para hacer surf: agua a más de veinte grados incluso en invierno, enormes olas en marea baja y un bajo coste de vida. El pueblecito pesquero de Taghazout es un destino ideal para surfistas y atrae a un nutrido grupo de alumnos de escuelas de surf de distintos países.
Tírate de cabeza en Anchor Point (antes albergaba una fábrica de anclas) para coger las mejores olas antes de que rompan en la playa, de rocas rojizas. Aquí no se vende alcohol, así que comprar lo que quieras en Agadir, ubicada a unos 20 kilómetros. Por el camino puedes parar para hacerte una foto con las famosas cabras subidas a las ramas de los árboles. Aprovecha el final del verano y visita Taghazout en septiembre u octubre, cuando el viento es suave. También puedes escaparte en invierno y disfrutar del mejor surf de diciembre a marzo.
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Tierra de los dioses del surf – Uluwatu, Bali, Indonesia
Uluwatu es uno de los puntos emblemáticos de Bali para surfear, uno verdaderamente especial gracias al antiguo a la majestuosidad del Templo Luhur Uluwatu que vigila el océano. Desciende los 70 metros que van del templo hacia el agua y serás bienvenido por olas que varían entre los 90 cm y los 3 metros de altura, un punto ideal para principiantes e intermedios. Cabe mencionar que encontrarás ocasionales multitudes en esta área, particularmente cuando las olas son pequeñas. Llega temprano si deseas tener la playa para ti sólo. Cuando hayas cumplido tu dosis de agua, consiéntete con una masaje post-surf o disfruta de un bocadillo en uno de los pequeños warungs (quioscos familiares) a la orilla del mar.
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Un chapuzón en el Océano Antártico – Jeffreys Bay, Sudáfrica
Ubicada justo a una hora en auto de Port Elizabeth, J-Bay, así apodada por los locales, tiene olas que pueden correr hasta por 800 metros a lo largo de la línea costera, ofreciendo un paseo que parece durar una eternidad. En el mundo del surf esto equivale a lo más cercano a la perfección. Además esta bahía ofrece una variedad constante de cambiantes tubos, barriles y otras combinaciones de olas que pueden ser surfeadas tanto por principiantes como profesionales. Súmale la posibilidad de surfear aguas frecuentadas por delfines y estarás contemplando una experiencia total en el Océano Indio. Al salir del agua toma un momento para contemplar las blancas e inmaculadas playas y el sinfín de conchas que adornan la costa.
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Magia Ibérica – Praia do Amado, Portugal
Portugal es hogar de varios de los mejores puntos para surfear, gracias a las grandes olas del Atlántico que viajan kilómetros y kilómetros antes de estrellarse en la orilla oeste. Como resultado uno puede encontrar zonas para satisfacer todo tipo de gustos y distintos niveles de pericia.
Uno de los destinos más notables es Praia do Amado, una de las playas icónicas de Algarve. Amado provee un flujo constante de olas fáciles de surfear a lo largo de todo el año, razón que la posiciona como un punto magnífico para principiantes buscando dominar las bases del surfeo antes de probar su temple en puntos más desafiantes de Portugal.
Si tienes ganas de un reto enfílate hacia el norte, bordeando la costa al pueblo de Ericeira. Serás recibido por una dinámica mezcla de olas sencillas y complicadas. Para los pros, la entrañable villa pesquera de Nazaré yace a una hora y 45 minutos en auto desde Lisboa, y es el hogar de algunas de las olas más grandes jamás surfeadas que pueden alcanzar hasta los 30 metros de altura sobre la superficie del agua.
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